Ingredientes:
- Una vela blanca
- Incienso calmante (lavanda, sándalo o rosa)
- Un espejo
- Una pequeña piedra o cristal de cuarzo claro
Pasos:
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Preparación del Altar: Encuentra un lugar tranquilo donde puedas estar solo(a) y en paz. Coloca tu vela blanca en el centro, enciéndela y coloca el incienso al lado de la vela para que pueda arder, emitiendo un humo tranquilizador.
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Centra tu Mente: Siéntate cómodamente frente a tu altar. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Toma algunas respiraciones profundas para calmar tu mente y centrarte.
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Creación del Círculo de Protección: Visualiza un círculo de luz blanca rodeando tu espacio sagrado. Esta luz es tu protección y santuario durante el ritual.
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Invocación de las Fuerzas Benéficas: Coloca tu mano en tu corazón y recita la incantación en latín: "Corpus meum sana, mentemque purifica, animam meam conforta."
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Meditación con el Espejo: Mírate en el espejo y observa tu reflejo con amor y amabilidad. Afirma que eres hermoso(a) y valioso(a) tal como eres.
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Carga de la Piedra o Cristal: Toma la piedra o cristal de cuarzo claro en tu mano y visualízalo llenándose de una brillante luz blanca, impregnándose de energía positiva. Siente esta energía transfiriéndose a tu cuerpo, trayendo equilibrio y sanación.
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Agradecimiento y Cierre: Expresa gratitud a las fuerzas benéficas y a todos los elementos que te acompañaron durante este ritual. Apaga la vela y deja que el incienso se consuma por completo. Dispersa el círculo de luz blanca visualizándolo regresando al universo.
StarryAI, CC0, https://starryai.com/
